La película “Diaz, no limpiéis esta sangre” revive la represión vivida en la contracumbre del G8 en Génova.

La película se centra

el los sucesos ocurridos cuando la policía desalojó violentamente a los manifestantes que se alojaban en la escuela

Díaz.
Durante

julio del 2001 en Génova se produjeron varias manifestaciones como protesta contra la reunión del G8 en dicha localidad

italiana. Unas acontecimientos muy representativos para el movimiento antiglobalización tanto por la asistencia masiva con

el que contó como por la tristemente represesíon que sufrieron, llegando a causar un muerto, el joven Carlo

Giuliani.

El

director Daniel Vicari se centra en el último día de esas protestas, cuando poco antes de medianoche, más de 300 policías

asaltaron la escuela Diaz buscando manifestantes. Allí se encontraban 90 activistas, la mayoría estudiantes europeos, y un

grupo de periodistas extranjeros, todos ellos preparándose para pasar allí la noche.

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http://www.youtube.com/watch?v=HUtrVsshKOk?feature=player_detailpage] http://www.youtube.com/watch?v=HUtrVsshKOk 

La presencia policial fue respondida por los allí presentes levantando las manos en señal de

rendición. Impertérritos, los oficiales descargaron una violencia calculada y frenética, golpeando indiscriminadamente a

jóvenes y mayores, hombres y mujeres.

“Diaz, no limpiéis esta sangre”, reconstruye los hechos de esos terribles días desde el punto de

vista de la policía, los manifestantes, las victimas y los periodistas que se vieron atrapados en la tragedia para analizar

cómo la frustración puede explotar en violencia cruda e incontrolada. La forma de rodar de Vicari, visceral, dinámica, lanza

al espectador al oscuro corazón de la política y nos recuerda mediante la inclusión de imágenes reales que puede que esta

sea una película, pero no es ficción.

Una película, que se estrenará en los cines españoles el 30 de noviembre, galordanada en el Fesival

de Berlín con el Premio del Público y en La Seminci y que levantó polvareda en su estreno en Italia poniendo sobre la mesa

uno de los momentos más negros en cuanto a represión que ha vivido Europa, no obstante Amnistía Internacional lo definió

como la suspensión más grave de derechos humanos en un país occidental desde la II Guerra Mundial.

Fuente/TerceraInformación.