ETT, precariedad como forma de vida

Desde 1994 las Empresas de Trabajo Temporal, conocidas por todos como las ETT han allanado el camino a la precariedad de un importante sector de la juventud que ha conocido la temporalidad y la falta de derechos de primera mano.

A día de hoy la precariedad es uno de los mayores problemas que atraviesa el mercado laboral en el Estado español. Esta se manifiesta de diferentes formas y maneras (sueldos bajos, alta temporalidad, privación de derechos, dobles escalas salariales, etc). Las ETT extendieron dichos mecanismos durante los años 90 y 2000.

En 1994 el gobierno socialista de Felipe González aprobó una reforma laboral en la que legalizaba la figura de las ETT. Hasta el momento, dichas empresas, estaban prohibidas por el Estatuto de los Trabajadores ya que se entendía que funcionaban como empresas de “tráfico de mano de obra”. Pero a partir de 1994 todo cambió. El PSOE aprobó una reforma laboral en la que daba vía libre a este tipo de empresas.

La temporalidad y la falta de derechos son los pilares que han hecho de las ETT empresas odiadas por amplios sectores y en particular por la juventud. Dichas empresas se aprovechan de tu trabajo para quedarse parte de tu sueldo sin hacer nada. Sólo 10 años después de su legalización más de la mitad de los contratos firmados por ETT pertenecían a menores de 25 años.

En los años de vacas gordas, las ETT contribuyeron a la precarización de un sector de la juventud que aunque siempre tenía trabajo, lo tenía bajo condiciones de temporalidad y de bajos sueldos.

Desde su implantación las ETT despegaron con fuerza y se fueron consolidando como una de las patas de gestión de contratos en el Estado español. En su primer año de vida gestionaron más de 300.000 contratos. En sólo 4 años se acercaron al millón de contrataciones. En sus mejores momentos (justo antes de que estallara la crisis en 2008) gestionaban más de 2,5 millones de contratos anuales.

Con la llegada de la crisis económica (de 2008 a 2009) su volumen de facturación se redujo un tercio (pasaron de 3.000 millones de euros a 2.000). El número de Empresas de Trabajo Temporal también se redujo en los primeros años de crisis. Con la llegada de la reforma laboral del PP, 2012 la tendencia se empezó a revertir. Si bien han seguido cerrando decenas de ETT, los beneficios se han disparado. Tal ha sido la remontada que en 2014 las ETT gestionaron más de 2,6 millones de contrataciones (llegando a rozar su máximo histórico, algo más de 2,7 millones). Un número cada vez más reducido controla una parte más grande del mercado. Actualmente son 5 las empresas que controlan más de la mitad del mercado.

Antes de la reforma laboral del PP sólo podían poner a disposición de una tercera empresa, y con carácter temporal, a trabajadores previamente contratados por ellas. Desde 2012 todas las ETT pasaran a ser agencias privadas de colocación con ánimo de lucro, extendiendo su papel como uno de los máximos exponentes de la precariedad.

Ahora los Servicios Públicos de Empleo (SPEE) pueden subcontratar la búsqueda de empleo a las ETT, convirtiéndose en empresas de intermediación laboral. Esto fue justificado, por parte del gobierno del PP, afirmando que los SPEE “se han mostrado insuficientes en la gestión de la colocación”.

Las Empresas de Trabajo Temporal reciben dinero público para gestionar la colocación de trabajadores. Ante todo esto la “casta sindical” levantó mucho la voz pero no hizo nada al respecto. Pedro Gallego, de la dirección de UGT, se dedicó a criticar esta medida de la reforma laboral. “Si los SPEE son ineficaces es porque antes había dos millones de parados y ahora cinco. Pero la plantilla y los recursos son los mismos. Que el Gobierno haga este tipo de planteamientos es lamentable”.

Es necesario que los jóvenes nos organicemos para plantar cara a las ETT y a la precariedad del sistema laboral del Estado español. Para ello debemos construir organizaciones democráticas y de base que ayuden a avanzar en la pelea para acabar con estas condiciones de precariedad y miseria a la que el gobierno y la patronal, de manera directa, y la “casta sindical” indirectamente nos están abocando. Tenemos que pelear para hacer desaparecer la Empresas de Trabajo Temporal de la faz de la tierra.

Fuente Izquierdadiario