En España, la tasa de crecimiento de los dividendos es superior a la media europea (17,8 %). Mientras, los salarios han subido por debajo de la media (2,9 %).
A pesar de que para los trabajadores el poder adquisitivo no ha parado de decaer, los accionistas han visto aumentar los beneficios extraídos de sus dividendos semestre tras semestre. Los salarios promedios crecieron en Europa un 4 % el año pasado, en un contexto de una tasa de inflación del 10 %, impulsada principalmente por el crecimiento de las ganancias corporativas.
Cobramos un 20% menos que Europa
Nuestro salario en la Unión Europea está por debajo de la media. Ganamos mucho más que en Portugal y otros países pero un 20% menos que en la media de la Unión y un 42,1% menos que en Alemania. Nuestros precios son más bajos, pero nuestros salarios son considerablemente peores.
El salario medio según los últimos datos es de 1.822 euros brutos en 14 pagas, que representa un 83,8% de lo que ganan en Italia (2.174 €), un 70,8% de lo que ganan en Francia (2.574 €) y un 57,9% de lo que ganan en Alemania (3.148 €).
El salario medio de la Unión Europea sube, y en 2022 se situó según este informe en los 2.302 euros brutos en 14 pagas, y se distancia del de España (el año pasado nuestro salario medio representaba el 79,8% y este año el 79,1%).
La crisis inflacionaria ha golpeado a todos y las posiciones en este aspecto no han cambiado, sin embargo España es demasiado cara para lo poco que se cobra. Según los datos de Eurostat sobre el índice de precios para los hogares, el nivel de precios de España es solo un 11,4% más bajo que el de Alemania, mientras que los salarios son un 42,1% más bajos.
España, desde hace 15 años, tiene los precios considerablemente más altos que los salarios en comparación con Europa. Mientras el salario medio es el 79,1% de lo que representa el de la Unión Europea, los precios en España representan el 96,5% de los de la Unión. Nuestro país alcanzó la convergencia con la Unión Europea en salarios y precios antes de la crisis inmobiliaria y de deuda que empezó en 2008, pero desde entonces la relación con los sueldos se ha desplomado mientras que la de precios se ha mantenido.
De este modo, el salario español es 480 euros mensuales de media inferior al europeo o, lo que es lo mismo, los españoles cobran de media 5.760 euros menos al año que en el promedio de la UE.
En concreto, la brecha salarial entre España y Alemania alcanzó en 2022 los 1.326 euros mensuales (15.911 euros anuales), pues la remuneración española es un 42,1% más baja que la de Alemania. Esta diferencia significa, por ejemplo, que un asalariado medio español necesita trabajar casi 21 meses para tener un ingreso similar al que tiene un asalariado medio alemán en un año. Si se compara con Francia, la remuneración española es un 29,2% inferior a la del país galo (752 euros menos cada mes y 9.026 euros menos anuales).
Las empresas están logrando en España unos márgenes históricamente altos de su actividad productiva (un 50% más que en 2019) impulsando la subida de los precios y quedándose con un mayor porcentaje del reparto interno del valor generado en detrimento de los salarios.
Desde la CGT tenemos claro la ruta a seguir frente al estado de las cosas, por una parte exigimos salarios con una subida al IPC real, reducción de la jornada laboral a 35 horas por ley (sin reducción salarial) y caminar en este sentido a la jornada de 32 horas. Acabar con el fraude de las horas extras, la aplicación del real decreto de Coeficientes reductores, así como Rechazar un retorno a la austeridad, modificando las nuevas reglas de gobernanza económica. Debe garantizarse la inversión en servicios públicos, la creación de empleos de calidad y acorde con la vida y el medio ambiente, entre muchas otras cuestiones.
En resumen un cambio profundo en las relaciones laborales para acabar con la desigualdad económica y social de nuestro presente.