El mejor acero del mundo: Historia del reportaje vetado por RTVE en 1984

  • Por José Ángel Baños Bertolín & Antonio Ortiz López, Historiadores y profesores de Enseñanza Secundaria

El archivo de Televisión Española en la Comunitat Valenciana ha padecido más de una calamidad a lo largo de su historia. Las imágenes de los últimos años de la dictadura y de la Transición se perdieron en el incendio del centro territorial que en 1980 devoró el 80% de los fondos existentes. Tiempo después se trasladó a Madrid parte del material que sobrevivió a las llamas. Hoy, entre el fondo valenciano del archivo central, ha sido posible descubrir la primera obra documental realizada en la lengua de los valencianos por el servicio territorial de RTVE. Así relata Sergi Moyano en un artículo aparecido en la cabecera digital de RTVE (10.10.2023) la aventura del descubrimiento de una cinta dedicada a Jaime I, Itineraris d’una conquesta, emitido el 27 de julio de 1976, la primera vez que se empleaba el color y la lengua propia.

Esta historia no vendría a cuento de no encontrarnos enfrascados en las fechas de la publicación de la noticia, a comienzos de octubre, en la localización de un reportaje documental producido por el Centro Territorial de RTVE en Valencia solo unos años después, 1984. Nosotros no tuvimos la misma suerte que el equipo que resucitó a Jaime I. Algunas comunicaciones con diferentes secciones del ente público RTVE han consumido parte de nuestro tiempo y ciertamente no han tenido ni el resultado ni la colaboración esperada. La Unidad de Difusión, Préstamo y Conservación del Fondo Documental de RTVE atendió a nuestros requerimientos, pero no podemos decir lo mismo de los responsables de Relaciones Institucionales, ni del Centro Territorial de los que todavía esperamos una respuesta al conjunto de consultas realizadas para las que empleamos el correo electrónico.

No obstante, localizar una copia en condiciones óptimas del reportaje del cineasta local Pedro Pérez Rosado ‘El mejor acero del mundo’, valía la pena. Porque un documento literario, una obra de creación, un poema, una obra de arte en general no existe de no darse la posibilidad de su contemplación y su disfrute. Como profesionales de la historia no nos vale la información contenida en una reseña enciclopédica o una fuente secundaria, pues pretendemos acercarnos todo lo posible a la raíz del problema, a la fuente estrictamente original. Como activistas de la memoria, con ‘El mejor acero del mundo’nos empeñamos en devolver a su público un reportaje de creación realizado en 1984, al que se le imposibilitó, de entrada, el disfrute de una obra de creación, de la que, además, era su auténtico protagonista.

Es opinión de muchos de los que vivieron con la suficiente madurez la Reconversión Industrial que Televisión Española (TVE), la única cadena de televisión existente en 1984 silenció todo lo que pudiera perjudicar la imagen del primer gobierno socialista en la Historia de España, el mismo que decidió el cierre de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM) en Puerto de Sagunto. En el mejor de los casos, los reporteros de calle llegaban tarde a los episodios de mayor violencia en las manifestaciones, no estando presentes y, por lo tanto, imposibilitando la cobertura real y fidedigna de los acontecimientos. En protesta por esta política informativa de la cadena pública de televisión, el 5 de marzo de 1984 seis trabajadores de AHM, dos de sus mujeres y un miembro de la coordinadora de jóvenes, liderados por Gabriel Armero, se encerraron en el Ayuntamiento de Sagunto, declarándose en huelga de hambre hasta que se realizara un debate televisado sobre el conflicto del cierre de AHM. Abandonaron la huelga de hambre tras once días de encierro, pero el deseado debate televisado jamás se produjo.

Este suceso pone de manifiesto la despótica manipulación de la dirección de la televisión pública de entonces, que incluso ejerció la censura sobre los profesionales de la información. Buena muestra de ello es el caso de la no emisión del documental ‘El mejor acero del mundo’, del cineasta local Pedro Rosado, que se había programado para el 10 de mayo de 1984 en el espacio regional ‘De Aquí para Allá’. El corto ponía de relieve la importancia que la siderurgia había tenido en el surgimiento y desarrollo de Puerto de Sagunto a través del testimonio de varias dinastías de trabajadores y de la mano del respetado personaje local Ángel Perales Yuste. El sociólogo Damiá Mollá retrataba académicamente el fiasco de la IV Planta Siderúrgica Integral y las graves consecuencias que acarrearía para Sagunto el cierre de la cabecera de AHM. Diversos líderes sindicales aparecen también, junto a imágenes de las movilizaciones contra la decisión del gobierno, explicando la justificación de su lucha. El momento de la emisión coincidía con el fin negociado del conflicto, donde el movimiento obrero no tuvo más remedio que aceptar el cierre a cambio de jubilaciones anticipadas y puestos de trabajo alternativos.

Supimos del veto de este documental en 2004, cuando, por azar, llegó a nuestras manos una copia privada y doméstica en formato VHS. Investigamos sobre los motivos de su no emisión, consultando la prensa de entonces y el archivo de RTVE durante largo tiempo. Sin embargo, no hemos podido certificar la decisión que entonces tomó el ente público hasta el pasado 5 de mayo de 2023, cuando la Unidad de Difusión, Préstamo y Conservación del Fondo Documental de RTVE en Prado del Rey (Pozuelo de Alarcón, Madrid), a nuestra petición nos remitió un correo electrónico afirmando que el reportaje ‘El mejor acero del mundo’ no se conserva en sus archivos, —entiéndase los servicios centrales de RTVE—. Los técnicos que atienden la Unidad de Difusión de RTVE, alegan que el reportaje fue producido para la serie ‘De aquí para allá’, (un espacio dedicado a producciones de los Centros Territoriales de RTVE) por el Centro Territorial de RTVE en Valencia. Pero el reportaje vio cancelada su emisión, por lo que es probable que no fuera enviado a los servicios centrales en Madrid para su postproducción y posterior emisión. Pendiente queda su localización entre los fondos del Centro Territorial de RTVE en Valencia que, en estos momentos, junto con otros Centros Territoriales de RTVE, se hallan en proceso de digitalización.

El correo remitido por la Unidad de Difusión de RTVE induce a pensar que pudiera existir un máster, por el momento no localizado, entre los fondos del Centro Territorial de RTVE en Valencia, aunque los testimonios orales que hemos consultado apuntan en una dirección bastante más pesimista sobre la supervivencia del máster original. Incluso señalan al que entonces fuera Director de Radio Televisión Valenciana (RTVV) durante la Presidencia del Gobierno autonómico por Joan Lerma, Amadeu Fabregat, como responsable de la cancelación. El máster podría haberse destruido posteriormente, al reciclarse las cintas, o simplemente quedar olvidado entre montañas de documentación audiovisual todavía por indizar y clasificar, condenado al ostracismo.

Pendiente de localizar o destruido, es nuestra intención publicar próximamente un libro pormenorizando los detalles del rodaje, edición y veto del documental ‘El mejor acero del mundo’, como merecido homenaje al director del documental y a los principales entrevistados. Además, estamos transcribiendo plano a plano su contenido y esperamos poder organizar su estreno con ayuda de instituciones locales en un futuro próximo. Sirvan estas líneas como anticipo de dichos proyectos.

Los medios de comunicación en 1984

El otoño de 1984 fue el último que los saguntinos pudieron escuchar el rumor de la fábrica que constituyó la ciudad que hoy es Puerto de Sagunto. Adiós para siempre a la siderurgia, que marcaba el ritmo vital de los porteños con aquél familiar y estridente sonido que emitía la sirena de AHM, avisando a los obreros de los cambios de turno. La siderúrgica había sido la única empresa capaz de sostener el crecimiento de nuestra ciudad durante más de medio siglo. La reconversión industrial, ordenada por el gobierno de Felipe González Márquez (Sevilla, 1942), sumergió a toda la población local en la incertidumbre y la depresión.

En aquella época, los medios de comunicación social eran muy diferentes a los que hoy podemos consultar libremente. Para empezar, su difusión era muy limitada. No existía internet. La prensa escrita había pertenecido hasta 1981 al consorcio estatal franquista denominado Prensa del Movimiento, al servicio de la dictadura. Cabeceras, actualmente desaparecidas, pero de gran repercusión entonces eran los diarios Ya, El Alcázar, Arriba, Hoja del Lunes, Levante y Las Provincias. Todos ellos estaban en proceso de privatización, pero su línea editorial podía catalogarse de contraria al gobierno socialista. Otros periódicos habían empezado su andadura sin vinculación alguna con el franquismo y sirvieron fielmente a la oposición democrática, como Diario 16 y El País, junto a revistas como Interviú, que alternaba la información política, la sensacionalista y el erotismo. Entre todas estas publicaciones escritas, fueron las que estaban desembarazándose del antiguo organismo de propaganda franquista quienes más puntualmente informaron de la lucha de AHM, convirtiéndose en azote del gobierno. Idéntico papel jugaron algunas emisoras de radiodifusión, en trance de desvincularse del monopolio informativo que tanto tiempo había ejercido la dictadura, así como ciertas emisoras independientes de radio conocidas como radiopiratas, que contrapesaron el papel de Radio Nacional de España (RNE) como defensora a ultranza de la política del gobierno.

En cambio, sólo existía una cadena televisiva y de titularidad pública, TVE. Desde su surgimiento en 1957 había sido el medio preferido por el anterior régimen para llevar a cabo su propaganda. Bien es cierto que, a través de sus dos canales, también desarrolló una labor cultural muy importante, sobre todo durante la transición política a la democracia, que aquél 1984 parecía haberse consolidado al ganar de forma aplastante el Partido Socialista las terceras elecciones generales celebradas dos años antes. Porque sería injusto presentar una imagen de la TVE de entonces totalmente mediatizada por el gobierno, puesto que emitía programas en directo tan emblemáticos como el debate La Clave (en formato de cinefórum (muy popular entre la oposición franquista) y otros de carácter educativo, como Más Vale Prevenir o divulgativo, como el sobreviviente Informe Semanal, que constituían un contrapunto valioso a otros espacios de simple entretenimiento, como el popularísimo concurso Un, Dos, Tres, responda otra vez o el futbolero Estudio Estadio, que cada domingo repasaba los partidos de La Liga y otras competiciones.

El Telediario, como en la actualidad, se emitía diariamente, a las tres de la tarde y a las nueve de la noche. Una hora antes de cada edición del Telediario, se daba paso a los centros territoriales de TVE para un informativo regional. En nuestra comunidad, el emitido a mediodía se denominaba Aitana, nombre del pico montañoso donde se localiza el repetidor más potente de la señal de TVE en nuestra área. El espacio de la tarde era un contenedor de reportajes producidos por cada centro territorial sobre temas de actualidad de su área de acción para ser emitidos a nivel estatal y se titulaba ‘De aquí para allá’. Para este magazine de tarde fue encargado el documental ‘El mejor acero del mundo’.

Conforme se fue desarrollando el conflicto entre gobierno y trabajadores por el cierre de AHM (desde el 4 de febrero de 1983 hasta el 10 de abril de 1984), las noticias que sobre el mismo emitía TVE dejaron de lado su aspecto de dinámica crónica audiovisual fidedigna, para copiar lo rancio de las noticias del NODO franquista. Se evitaba recoger testimonios espontáneos de los protagonistas, se amplificaban las imágenes donde se mostraba a unos obreros luchando violentamente y se daba cabida a parlamentos de expertos y de miembros del gobierno que defendían el cierre y presentaban a los resistentes obreros saguntinos como insolidarios con su clase social. Por ello, la prensa escrita se convirtió en campo abonado para que los trabajadores dejaran sentir su voz. Por unas razones u otras, encontraban en los diarios impresos un cauce de expresión más libre. Aunque, bien es cierto, que se asistía a una lucha informativa desigual, puesto que el gobierno era quien podía decidir cómo y de qué informar sobre la marcha de la necesaria reconversión industrial.

La reconversión siderúrgica

Gracias a la historia oral y los documentos periodísticos de la época, los historiadores pueden reconstruir la lucha que los obreros de AHM y todo el pueblo saguntino protagonizaron en defensa de los intereses laborales y sociales de toda la comarca. Durante 14 meses, unidos bajo el lema «No a la muerte de un pueblo, TBC a Sagunto», los obreros y sus familias participaron activamente en todas las movilizaciones que se organizaron desde la coordinadora de sindicatos compuesta por UGT, CCOO, CGT (CNT) y el movimiento vecinal.

CAMPOY TENENCIACuatro de febrero de 1983. Miguel Campoy Adell, desde el balcón de la desaparecida tenencia de Alcaldía, en la Plaza del Sol, se dirige a los trabajadores de AHM ante la orden de José María de Lucía, presidente de AHM y Ensidesa, de apagar el día 7 el alto horno núm. 2. Aquí empezaba la lucha de un pueblo por la defensa de la siderúrgica.

Los obreros saguntinos estaban curtidos en esa lucha por la supervivencia que había entrelazado sus vidas con la de la fábrica que les había atraído hasta la playa de Sagunto, procedentes desde todas las partes de España. Tras ocho décadas fraguándose una vida mejor en esta tierra de acogida, las familias obreras porteñas no estaban dispuestas a rendirse. El eco de conquistas de épocas pasadas construyó una épica que les infundió la fuerza necesaria en esta ocasión. Porque las movilizaciones de 1983 no eran una sorpresa para los obreros más mayores. En su juventud habían protagonizado las del verano de 1933, cuando la solidaridad de toda la región valenciana sirvió para evitar el cierre de la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo (CSM), que Ramón de la Sota fundó en 1917. Después, durante la Guerra Civil, trabajaron para el triunfo de la Segunda República (1931-1939), sorteando los bombardeos de la aviación franquista. Tras un largo silencio, impuesto por la violencia de los vencedores durante la evolución de la larga dictadura de la mano de valientes militantes, los obreros habían aprendido a organizar sus plataformas, a negociar desde la fuerza que da el peso de la mayoría, aprovechando la cobertura legal que pudieran ofrecer las elecciones sindicales y aprovechar sus ventajas con delegados electos en la negociación de sus convenios colectivos y reclamaciones laborales

Por tanto, los siderúrgicos porteños estaban curtidos en la lucha obrera. Precisamente este era el mensaje detrás de los 50 minutos del documental de Pedro Rosado. Lo tituló ‘El mejor acero del mundo’. En esta frase se contiene el verdadero espíritu de lucha y sacrificio de los obreros saguntinos: el mejor acero del mundo lo fabrican gentes sencillas, cuya fortaleza y temple han sido capaces de integrar su voluntad en un metal con el cual se identifican plenamente. El mejor acero del mundo también es la esencia del obrero saguntino. En el documental este ‘leitmotiv’ está presente en toda su duración y, a su término, queda claro cuál es el sentir y el sufrir de los trabajadores de AHM y todo un pueblo ante la decisión de su gobierno.

Si consultamos cualquier anuario estadístico de los años 1970-1980, las cifras nos arrojan datos irrefutables: era total la dependencia que Sagunto y su comarca tenían de AHM y las empresas vinculadas a la siderurgia integral, al punto que la sociedad porteña mostraba una idiosincrasia propia, producto de la inmigración y esa larga lucha obrera. Por todo ello, la reconversión industrial emprendida en 1983 por el gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), era vista por los obreros de AHM como una traición a la clase obrera. Si la perspectiva de los años ha demostrado que la reconversión industrial era necesaria, también ha puesto de manifiesto que se pudo haber realizado de otro modo. Por ello, en la memoria colectiva de quienes la sufrieron ha quedado impresa una imagen de fraude político perpetrado por el PSOE, que entonces gobernaba con amplia mayoría en el municipio, la comunidad autónoma y el congreso de los diputados. Este mensaje aparece también subliminalmente en el reportaje del cual nos ocupamos y puede que fuera el motivo por el que cancelaran su emisión los directivos de TVE.

El cierre de AHM

El reportaje de Pedro Rosado se rueda en paralelo a los últimos acontecimientos que desencadenaron el cierre de AHM y es por ello que no puede reflejarlos en el documental. El 6 de marzo de 1984 la huelga convocada por CCOO para los sectores en reconversión tuvo una escasa incidencia en la provincia, al no sumarse Unión Naval de Levante y otras empresas del metal (Cointra y Macosa) que ya habían pactado su nuevo convenio colectivo. En cambio, en el Camp de Morvedre se sumó hasta el Ayuntamiento de Sagunto. Ese mismo día, el presidente de AHM se muestra dispuesto a negociar si se acatan las órdenes del 20 de febrero: apagado del horno alto número dos, 155 obreros prejubilados y 200 trabajadores eventuales despedidos. Consciente que el movimiento obrero estaba llegando al límite porque la dirección de AHM había bloqueado el suministro de carbón que se agotaría en menos de un mes, el presidente del comité de empresa, Miguel Campoy se mostró favorable a acudir a la sede del INI en Madrid para «negociar la salida de la actual crisis, sin aceptar ninguna condición».

Sin embargo, el comité de empresa no fue recibido en Madrid por el director general de industrias siderometalúrgicas y navales, Eduardo Santos, con la excusa de que ya no eran interlocutores válidos a partir del incumplimiento de las órdenes dadas por la dirección de la empresa. Mientras esto sucedía en Madrid, en Puerto de Sagunto los trabajadores mantienen encendido el horno alto número dos, pero acatan la orden de no integrarse a sus puestos de trabajo en un gesto de buena voluntad, mientras el colectivo de eventuales comenzó a desmarcarse de esta postura, lo que debilitó aún más la resistencia obrera. Entonces, el presidente de AHM, José María de Lucía, lanzó un ultimátum el 20 de marzo de 1984: cerrar el horno alto número dos antes de 24 horas, bajo amenaza de expedientes disciplinarios y cierre patronal en caso de insumisión. Si se obedecían sus órdenes se readmitirían a los expedientados y se abrirían negociaciones para la creación de un fondo de promoción de empleo. Tras más de cuatro horas de debate en la asamblea celebrada al día siguiente, los obreros decidieron seguir desobedeciendo y no cumplir el ultimátum por 1.947 votos a favor, 458 en contra y 83 abstenciones. Se impuso la coherencia de la lucha, pero los trabajadores de AHM sabían que estaban a punto de quemar su último cartucho.

En consecuencia, el 22 de marzo de 1984 la empresa ejecuta sus amenazas y José María de Lucía envía 230 cartas de despido, amenazando con el cierre patronal si no se retractaban de sus posiciones. Esa jornada, reunidos en asamblea, los obreros ofrecen a la empresa acatar sus órdenes si son readmitidos los despedidos. El presidente de AHM acepta la propuesta el 27 de marzo. Con este acto, consciente o no, Lucía se desembaraza del problema que el último año le ha quitado el sueño: al día siguiente fue cesado fulminantemente por el gobierno.

foto fábricaSagunto, tras el cierre de la siderúrgica integral decretado por el PSOE, dejó de ser un referente industrial de primer orden

Finalmente, el 4 de abril de 1984 los sindicatos acuerdan con el INI el cierre de la cabecera de AHM para el 1 de octubre próximo, con el compromiso de crear 2.100 puestos de trabajo alternativos y realizar más de mil jubilaciones anticipadas de forma escalonada hasta 1987. Para validar el acuerdo, tenía que ser ratificado por los trabajadores en asamblea. El comité de empresa y los sindicatos saben que va a ser muy difícil hacer comprender a sus compañeros que, tras un año de lucha, es lo mejor que se puede obtener. El 10 de marzo de 1984, en un referéndum no exento de incidentes por negársele el voto a los eventuales, los trabajadores de AHM aceptaron el pacto. Después de 14 meses de conflicto, 9 huelgas generales en la comarca, 24 huelgas en la factoría, 11 manifestaciones en Valencia, 7 marchas masivas a Madrid, 80 días de no acatamiento de las órdenes de cierre de instalaciones dadas por la dirección, corte sistemático de la N-340 a la altura de Sagunto, así como varias agresiones a directivos de la empresa y responsables políticos, la empresa, que con tanta visión de futuro alzara Ramón de la Sota a principios del siglo XX, comenzó a ser desmantelada el 4 de octubre de 1984.

El contenido del documental vetado

En este contexto que hemos relatado, como decíamos antes, se desarrolla el rodaje del documental censurado ‘El mejor acero del mundo’. En sus créditos se atribuye el reportaje de 52 minutos de duración a Gonzalo Moure y la realización a Pedro [Pérez] Rosado, bajo la dirección de Eduardo Sancho, que lo era también del centro territorial de TVE en Valencia. La imagen se atribuye a Juanjo Fernández y del sonido se ocupó José María Alonso, siendo el montador, como operador de Video Tape Recorder (VTR), Ángel Gaitán. En definitiva, una película de tipo documental corto en soporte de video para ser emitida en el espacio regional ‘De aquí para allá’ el 10 de mayo de 1984.

El audiovisual comienza personalizando la historia de todo un pueblo en uno de sus habitantes, el octogenario Antonio Martínez, que inmigró desde un pueblecito andaluz con sólo 17 años. Se trata del patriarca de toda una dinastía obrera, pues su hijo trabajó en el horno alto y su nieto, fijo discontinuo, es uno de los primeros despedidos a principios de 1984 como efecto de la reconversión. Así presenta el realizador la realidad que pretende retratar: un pueblo producto de la inmigración, atraída por la siderúrgica que estaba a punto de cerrar.

En los planos siguientes aparece otro de los inmigrantes de los años 1920, el obrero José García Peralta, también fundador de una dinastía obrera, quien habla con gran desparpajo ante la cámara frente al lugar donde estuvo la ventanilla de colocación, rememorando su llegada a Puerto de Sagunto el 25 de enero de 1925, con 17 años. Mientras cuenta su experiencia, el plano secuencia se abre para seguir a dos personajes que se cruzan entre la cámara y José García. Se trata de Gonzalo Moure (uno de los guionistas del reportaje) y Angel Perales Yuste, toda una institución en aquellos tiempos en Puerto de Sagunto y que hace el papel de guía por los espacios y la historia del pueblo a lo largo del reportaje, alternando el realizador, Pedro Rosado, mediante esta técnica cinematográfica, los testimonios personales y las narraciones.

La inmigración es el primer tema que desarrolla el documental a partir de las declaraciones de Ángel Perales: «unos vinimos de Aragón, otros vinieron de la emigración interior y otros vinieron del sur, de Almería». Ello le permite al narrador introducir las imágenes rodadas en Goñar, pueblo fronterizo entre las provincias de Almería y Murcia, teniendo como protagonista de nuevo a José García Peralta. De este modo tan dinámico y en primera persona, el realizador nos muestra las causas del éxodo rural y los efectos que produce en los municipios emisores, presentando el entrevistado a un familiar suyo que decidió volverse a Goñar, al no adaptarse a la vida obrera.

Este último entrevistado introduce de nuevo el tema principal del reportaje: el conflicto, mostrando su solidaridad con los afectados. De este modo, el realizador introduce la opinión de un experto, el profesor universitario Damià Mollà, que corrobora lo aportado por quienes han intervenido en estos primeros ocho minutos. Este doctor en Sociología es presentado como director del Instituto Valenciano de Investigación Social (IVIS) y autor de un estudio sobre la repercusión de la instalación de la IV Planta en Puerto de Sagunto. El oportuno subtítulo aclara que Damiá Mollá se adelantó «diez años a la actualidad en las conclusiones de su amplio estudio», dando a entender que la razón del futuro cierre de AHM se encontraba en aquel proyecto faraónico mal diseñado.

Dejando a juicio de la audiencia lo aportado por el doctor en sociología, el realizador da de nuevo la palabra al obrero siderúrgico jubilado José García Peralta para ahondar en la dura vida del obrero, conduciendo su testimonio hacia la seguridad laboral. De nuevo interviene Ángel Perales, relatando ante las instalaciones de la depuradora de gases el accidente laboral de 1964 que casi le cuesta la vida y del que fue injustamente acusado como saboteador. El entrevistador reflexiona sobre lo que le ha testimoniado Ángel Perales y le formula una provocativa pregunta: «Tanta lucha; explosiones; muertes en algunas de esas explosiones… ¿Merece la pena realmente el acero?» Y obtiene una inteligente respuesta de Ángel Perales: «el acero, posiblemente, no; pero sí la vida de un pueblo luchador».

Con esta sentencia, el objetivo del documental ha quedado al descubierto: el realizador desea poner el foco en el aspecto humano del conflicto de AHM: más allá de las pérdidas millonarias con las que el gobierno justifica su cierre, más allá de su obsolescencia tecnológica que lo aconseja, más allá de las propias decisiones políticas adoptadas, lo importante es el capital humano. Lo importante son las vidas de los que padecerán el cierre. Trauma que es tanto más profundo y duro cuanto más dura ha sido la lucha de los obreros porteños que han levantado una ciudad de la nada, defendiendo siempre su puesto de trabajo porque era su único medio de vida. En los 40 minutos restantes el realizador refuerza este mensaje, alternando imágenes de las movilizaciones con entrevistas a los líderes sindicales y vecinales y, lo más interesante, dando voz a los jóvenes y las mujeres.

Confiamos poder disfrutar pronto del estreno y la exhibición pública de este documental, cancelado en su día, como justo homenaje a quienes lo hicieron posible y a toda aquella generación que el paso inexorable del tiempo ha hecho desaparecer casi por completo.

Como investigadores interesados por la historia de nuestra localidad, nos asiste el deber de memoria y la obligación de transmitir una historia que por circunstancias no pudo ser contada en su momento, por la razón de su cancelación. Después de 40 años ofrecimos a RTVE la oportunidad de colaborar directa o indirectamente en la celebración de un evento trascendente. Vana esperanza, pues el ente solo nos regaló su silencio.

Por José Ángel Baños Bertolín & Antonio Ortiz López
Historiadores y profesores de Enseñanza Secundaria