Carta abierta de un trabajador de la ONCE a los responsables de ventas de Repsol, Opencor, estancos, quioscos de prensa…

Desde hace dos años, podemos adquirir en

establecimientos de Repsol y Opencor así como en estancos y quioscos, cupones y juegos de la ONCE. Actualmente existen más de

12.000 puntos de venta de este tipo.

Como vendedor de la ONCE y como representante de los trabajadores en CGT ONCE, hago un

llamamiento a estas prestigiosas marcas y establecimientos para que cesen en la comercialización de estos

productos.
Posiblemente se sorprenderán de este llamamiento ya que, seguramente y pese a que el volumen de

ingresos-beneficios que la venta de estos productos ONCE no supone para ellos un incremento apreciable en sus cuentas de

resultados, muchos de ellos, si no todos, piensan que vendiendo estos juegos de la ONCE en sus establecimientos están

ayudando al colectivo de trabajadores y trabajadoras de la ONCE. Nada más alejado de la realidad, los responsables de estas

firmas y sus clientes tienen que saber que cada venta de cupón que ellos hacen perjudica a los vendedores de la ONCE.

La ONCE está sancionando a sus trabajadores por no alcanzar unos mínimos de venta que cada día son más

difíciles de lograr, dándose la paradoja de que sancionan al vendedor por “vender poco” mientras esté un Opencor, un estanco

o un quiosco de prensa a pocos metros en donde venden los productos de la ONCE.
Al vender estos establecimientos los

juegos ONCE, ponen en riesgo el trabajo de los y las vendedoras que únicamente tenemos nuestros cupones para vivir. Las

sanciones por vender poco pueden llegar al despido, por lo que en la situación actual del mercado laboral un despido de la

ONCE significaría la exclusión social del trabajador. Si encontrar trabajo es tarea difícil para cualquiera, para las

personas con discapacidad es misión imposible.
De ahí este llamamiento a las empresas antes citadas y a sus clientes. Por

favor, si echa gasolina Repsol y le ofrecen cupones de la ONCE diga que no; cómpreselo a un vendedor. Cuando haga sus compras

en OPENCOR y le ofrezcan los juegos de la ONCE, diga que no, cómprelos al vendedor de la calle, cuando compre sus periódicos,

revistas, etc. no compre cupones de la ONCE al quiosquero, cómprelos al vendedor de su barrio. Cuando vaya a estancos, no

compren ahí los cupones de la ONCE, cada cupón que venden estos establecimientos, es un cupón que no vendemos los

vendedores.
No hay mejor labor social que procurar un trabajo digno para los discapacitados, lo demás, es literatura para

esconder el cinismo.

Adolfo Martínez Gómez, Delegado sindical de CGT y vendedor de la ONCE