NoBorder en la Campaña contra los CIE


Nos acercamos como cada

martes último de mes a la concentración por el cierre de los CIE en la puerta del cuartel de Zapadores en la avenida Doctor

Waskman. Los muros del cuartel parecen haber crecido y en realidad así es, como nos indica un caretel del ministerio donde

se explica las obras que se están llevando a cabo y el presupuesto destinado a las remodelaciones, sin mencionar en ningún

momento, eso sí, que se trata de un centro de internamiento para extrangeos. Cinco furgones

policiales custodian una concentración pacífica con actuaciones de guitarra y violín. Hay también una enorme pancarta

sostenida por los manifestantes donde se exige el cierre de todos los CIEs del estado. Antes, según nos cuenta un compañero

al llegar, la policía nacional ha confiscado otra pancarta y multado a los compañeros colombianos que la llevaban. Al

parecer la palabra “tortura” que figuraba en ella no hizo ni pizca de gracia a los agentes.

En esta ocasión entrevistamos a un compañero francés del

colectivo NoBorder que aprovechando su estancia en Valencia por unos días, decidió acercarse a la concentración.

Este colectivo europeo tiene diferentes grupos en Londres, Bruselas y en países como Suecia o Bulgaria. Reclaman el derecho

legítimo a la libre circulación y la eliminación de las fronteras. Entre sus actividades está la denuncia constante de la

agencia Frontex, un ejército en la práctica que está financiado por todos los países miembros de la UE para vigilar sus

fronteras. “Fronteras deslocalizadas que cada vez se extienden más hacia el este y el sur y que financian gobiernos como el

de Mauritania o la Libia de Gadafi para que estos frenen la migración antes de llegar a Europa”.
Nuestro compañero

trabaja concretamente en Calais, al noroeste de Francia, donde existe un campo de internamiento con una situación muy

particular. “Es el paso más cercano para cruzar el canal de la Mancha y se convierte en la puerta de Europa hacia

Inglaterra.” Hasta allí tratan de llegar miles de personas que huyen de países en guerra como Afganistán, Sudán, Eritrea,

Etiopía o Irán. “Muchos tienen amigos o familiares en Inglaterra y esperan alcanzar una vida mejor allí pensando que es más

fácil regularizar su situación que en Europa.” La situación de la prisión de Calais es particular porque no está cerca de un

aeropuerto o un puerto desde donde se puedan realizar deportaciones. Los internos no se quedan allí más de 15 días, además

existen problemas para su deportación ya que la mayoría procede de países a donde el gobierno frances no puede expulsarlos.

El colectivo si actúa para frenar las deportaciones en otras ciudades como Londres o Bruselas, bloqueando las puertas de

los centros para impedir que los detenidos sean llevados al aeropuerto.
“En Bélgica se organizó una manifestación con

la intención de contactar con los reclusos. Al escuchar las voces de los manifestantes, los internos se revelaron y

prendieron fuego a sus colchones, con lo que el centro tuvo que ser evacuado sacando a todos los presos al patio en pleno

invierno.” En el alboroto un par de ellos se fugaron trepando por los muros. “Esto es lo que podemos llamar una

manifestación exitosa.”
Volviendo a Calais el compañero nos explica que “NoBorder trabaja con y no para los llamados

sin papeles. Estamos en contra del humanitarismo paternalista que estabiliza la situación de desamparo y no la permite

evolucionar. Entre nuestras tareas está la de ofrecer un asesoramiento legal con una visión diferente de la que puede

ofrecer el Alto Comisionado de la ONU.” Otra de sus funciones es vigilar a la policía. Situados en las ocupas donde duermen

gran número de inmigrantes, los compañeros hacen sonar silbatos para avisar de la llegada de la policía. “De este modo la

gente puede huir al tejado de la casa y no ser detenida. Nuestra actuación no gusta mucho a la policía”. Son habituales las

detenciones y las causas judiciales contra los militantes. El último caso fue desestimado al considerar el juez que las

acusaciones de ultraje y violencia presentaban falsos testimonios policiales. Los compañeros hicieron burla de esto en una

publicación cómica y la policía volvió a por ellos. “Para el mes de febrero tenemos otro juicio de una compañera acusada de

violencia contra cuatro policías, totalmente absurdo.”
Una de las situaciones que el compañero quiere destacar es la

de los menores sin papeles. “Generalmente los sin papeles que llegan suelen ser mayoritariamente hombres jóvenes.

Ultimamente desde que Libia abrió sus prisiones llegan también muchas mujeres etíopes pero el mayor problema es el de los

menores que huyen de la guerra de Afganistán.” El gobierno francés tiene la obligación de protegerlos pero no lo hace.

Tampoco existen centros para menores sin papeles en Francia. “Se les suele ofrecer casas de acogida al otro lado del país

pero su objetivo es llegar a Inglaterra, por lo que se escapan y contactan con las mafias para cruzar el estrecho

escondidos en los autobuses y ferris.” También es habitual ver niños de entre cinco y ocho años durmiendo en las ocupas con

los mayores.
Entre esas paradojas que suceden en nuestro mundo capitalistizado, Calais tiene un imponente centro

comercial llamado Ciudad Europa, no lejos de la prisión donde se encierra a los que llegaron hasta aquí guiados por la

misma palabra. Hay ya una acción planeada para repartir panfletos en Ciudad Europa contra el centro de internamiento

aprovecando la Navidad.

El compañero da la dirección de contacto  (http://noborder.org/) y se despide: “Cualquiera que quiera colaborar con nosotros es

bienvenido, la presión policial es muy fatigosa y las ideas nuevas son siempre necesarias.”

http://www.ivoox.com/noborder-campana-co

ntra-cie-audios-mp3_rf_921374_1.html
http://radiomalva.org/tag/colectivo-noborder/
http://noborder.org/

Eleuterio Gabón