¡No se prive!: Ponga un Partido en su vida

imgres-3-150x150¡Y por un módico precio, Oiga! Con 15.000 firmas y una campaña de croufandin, que suele tener bastante éxito porque siempre hay gente que se apunta a un bombardeo, ya tienes para montarte un partido y presentarte a las europeas para ir calentando motores.

Eso sí, previamente tienes que haberte inventado un nombre eufónico y sugerente, a ser posible que no contenga la palabra “partido” , ni ninguna otra que recuerde a los ya existentes. Tienen que ser palabras proactivas y que transmitan la empatía de un mensaje positivo y posibilista, bien cargado de optimismo y confianza en un futuro mejor.

Algo del estilo de: PSQPSQ (Por Supuesto Que Podemos Si Queremos), I (X) Incógnita Equis, AR (Atrapados en la Red), PBP (Partidarios del Bienestar Personal) o ELF (En Lucha por el Futuro). Si tienes a mano un juez defenestrado por meter sin precaución las manos en la masa, un político olvidado por su partido o un tertuliano que de bien en la tele y sepa ser demagógico sin que lo parezca demasiado, mejor que mejor; si no, total para que os vote una parte de la familia y un despistao que pasaba por allí y se equivocó de papeleta…

A los partidos, se ve que no les ha llegado la cosa de la crisis: en los últimos cuatro años se han dado de alta al parecer, hasta 64 nuevos partidos de las más variadas tendencias (cuatro mil y pico desde el año 75). Tal parece que con tal de partir, se parte lo que haga falta, a pesar de que muchos de ellos lleven en sus siglas las palabras Unión, Unidad, Unitario… da lo mismo: el límite sólo lo marca la demografía. Cuando cada ciudadano con derecho a voto tenga su propio partido, cada cual se votará a si mismo y se habrán acabado las discusiones.

Llegados a este punto, querido partidista, se presenta el problema de diferenciar el mensaje. Con tanta variedad es difícil encontrar algún argumento que no se le haya ocurrido antes a otro. Se puede recurrir al copia y pega, pero has de ser cuidadoso y repasar lo pegado, no sea que incluyas el nombre del partido del que has fusilado el programa y líes más aún al personal… Tampoco es tan difícil: Con tres topicazos y cuatro lugares comunes de esos que igual sirven para un roto que para un descosido, lo tienes solucionao. Y por supuesto, no corras el riesgo de decir algo razonable o simplemente inteligible. Sólo tienes que seguir las reglas del lenguaje político al uso que al fin y al cabo, se caracteriza como bien sabes, por hablar durante tiempo indefinido sin decir absolutamente nada. Y eso sí, si entras en alguna controversia, la autocrítica está descartada, el culpable siempre es el otro y si te acusan de un marrón irrefutable, ya sabes: no caigas en el error de defenderte, limítate a señalar que tu adversario, más de lo que sea.

Y el caso es que yo, como obediente ciudadano que soy, me estaba planteando el ir a votar, pero visto lo visto y ante el peligro de que se me indigeste semejante ensalada de siglas, pues igual voy y me abstengo y explico a quien quiera escucharme el por qué de mi desafección.

La Veranda de Rafa Rius