Ha fallecido la compañera Carmen Bueno: Una mujer extraordinaria.

Carmen Bueno nació el 11

de mayo del año 1918. Esta mujer moderna, libre interiormente, falleció en Madrid el 12 de noviembre del año 2010. 

Sin ella, he sentido un giro de tuerca más en la carrera de la vida.

Homenaje de Cristina Escrivá 

Moscardó

Obtuvo la titulación de enfermera en 1935 en

Valladolid. Natural de San Clemente (Cuenca), recordaba como los niños y niñas tenían que llevar a la escuela una “perra

gorda”, una silla y, en invierno, un tronco de leña para el fuego. La maestra, sin más conocimientos que los adquiridos en la

iglesia, les enseñaba las vocales cantando; Yo veo la a, a, a…Yo veo la e, e, e… i, i, i… además de hacerles memorizar el

Padre Nuestro.

A muy temprana edad verbalizó que quería estudiar, quería emanciparse

de la tutela familiar, lo que le supuso una bofetada de su madre, que pretendía hacer de ella una “señorita

de bien” dedicada a sus labores.

Carmen fue una mujer rebelde, una luchadora

ante las injusticias y las que vio de joven las quiso trasformar, para alcanzar una igualdad sin ningún tipo de

privilegios.

El 18 de julio de 1936 salió a las calles madrileñas a

defender sus derechos. Afiliada a la CNT, como enfermera, fue jefa de una Sala con categoría de Teniente, con

66 camas a su cargo, en el Hospital de Sangre situado en la Sala de Fiestas del Hotel Ritz. En septiembre de 1938 se une con

su compañero en el Ateneo Libertario del Centro y ambos se trasladan a Valencia.

De esa época, recordaba una bulliciosa ciudad, repleta de refugiados pero, por otro

lado, cosmopolita y vital. 

Embarazada,

paseaba desde su vivienda en la Avenida 14 de Abril, número 65, cruzando por la Avenida Durruti, hasta la calle de la Paz.

Asistía a las manifestaciones a favor del legítimo Gobierno y en contra de la guerra invasora; comía en el comedor popular

Francisco Ascaso, se divertía en alguno de los muchos espectáculos organizados para ayudar al frente, contenta de

vivir ese tiempo de ilusión por ganar la guerra, pensando en un futuro feliz para todos. Pero también sentía como

los bombardeos agitaban su vientre.

El 4

de enero de 1939 nació su hija, mientras Valencia ardía al incendiar los fascistas los depósitos de la Campsa. Finalizado

todo, regresó a Madrid y estuvo detenida en varias ocasiones.

Visitaba a sus amigos

dispersos en las 29 cárceles de Madrid y lloraba a los compañeros fusilados. En 1951 se separó, retomó su profesión y

revalidó en 1953 el titulo de matrona. Años más tarde, se unió con el escritor y periodista libertario Eduardo de Guzmán.

Carmen resumía: Lo mejor de mi vida, fue la guerra.
Por Cristina Escrivá Moscardó