CGT alerta de la externalización de la revisión de los trenes de Metrovalencia

«Desde CGT llevamos años denunciando el desmantelamiento de la plantilla en instalaciones fijas y mantenimiento y la progresiva privatización de los servicios», dice el sindicato en un comunicado

La sección de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) del sindicato CGT alerta de la externalización, por vía de emergencia por la COVID-19, de las revisiones de ciclo corto y ciclo medio de las unidades de tren 4300 que operan en las líneas de Metrovalencia. El sindicato ha informado en un comunicado que la dirección de la empresa pública comunicó la «decisión unilateral» el pasado 21 de marzo.

«Planteado así, podría parecer una decisión justificada si no fuera porque dicha situación era previsible. Desde CGT llevamos años denunciando el desmantelamiento de la plantilla en instalaciones fijas y mantenimiento y la progresiva privatización de los servicios (vías y obras; línea aérea; señalización; talleres y atención al cliente)», señala el sindicato.

«FGV, como empresa ferroviaria, está siguiendo el mismo camino que las demás: el de la estrategia de la graduación. Las plantillas del Área de Explotación se han ido dejando caer, cuando lo lógico es que hubieran crecido al mismo ritmo que el servicio prestado por FGV. Sin embargo han crecido las empresas privadas que realizan las tareas que FGV tiene encomendadas como servicio público», denuncia el sindicato, que lamenta «los bailes de organigrama del PSOE, con tres gerentes en los últimos cinco años, cuatro directivos al cargo del Área de Gestión de Personas y un sinfín de cambios de sillas y pugnas intestinas».

CGT también critica la contratación de estudios a consultoras externas sobre gestión de personas u organización empresarial que «quedan guardados en un cajón» y recuerdan la auditoría encargada en 2016 a ERP Consultants para elaborar un Plan de Actuación en los Talleres de MetroValencia para la reorganización y programación de las revisiones de las unidades 4300.

«La persona encargada de llevarlo a cabo era Juan Antonio Sagredo, actual alcalde de Paterna. Éste, con sus idas y venidas y ascensos en FGV por libre designación, no ha tenido tiempo para ello; tampoco sus hasta ahora responsables, José M. Plá Tormo (jefe de Instalaciones Fijas y Mantenimiento) y Tomás Cebrián (Jefe del Área de Explotación)», recuerda el sindicato.

«El 28 de marzo nos comunicaron que las negociaciones con Stadler Rail, la empresa valenciana de fabricación de trenes, se habían roto por cuestiones económicas y que se seguía tanteando a otras empresas. Casualmente, el pasado 31 de marzo el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, junto al conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, visitaban las instalaciones de Stadler en Albuixech  y anunciaban un convenio de colaboración entre la citada empresa y FGV para desarrollar, de manera experimental, un tren de hidrógeno», añade el comunicado de CGT.

El 2 de abril el personal de Stadler entraba a las siete de la mañana en los talleres de València Sud, según el sindicato, que pide que «se haga conocedora a la opinión pública de cómo se está desmantelando la mayor empresa pública dependiente de la Generalitat Valenciana».

«Achacar la privatización de trabajos fundamentales a una situación de emergencia producida por el COVID-19 es algo que no debemos consentir y, más si cabe, cuando se hace sin filtros y pasando por encima de plazos y legalidades», añaden.

«Tal y como hemos manifestado desde CGT-FGV, privatizar ni es más económico ni suele dar mejores resultados. El uso del dinero público es responsabilidad de las personas que nos representan desde sus cargos públicos. Seguimos cuestionando el discurso de defensa de lo público que se hace desde el Govern del Botànic y más concretamente del PSOE-PSPV, que es quien dirige FGV», agrega.

«No podemos dejar de advertir los intereses económicos que muy posiblemente haya detrás de las grandes empresas que operan en el sector ferroviario y que se dejan entrever entre tantas coincidencias que no podemos creer casuales», concluye CGT.

FUENTE:elDiario.es