“Apuesto por la poesía de la calle, escrita desde abajo”

Entrevista publicada en Rojo y Negro Abril 2017. Preguntamos a la compañera Amparo Climent, activista libertaria, implicada en iniciativas como el Projecte AU, y poeta valenciana, por sus vivencias, su poesía y su primer libro: Benimaclet un mar d’Horta, coeditado por Zambra, Baladre y CGT-PV.

¿Por qué poesía?

Desde muy joven me ha gustado leer poesía, mi madre escribía poemas y me influyó en ese gusto por la escritura. Con un poema se puede expresar todo, es una forma directa y sencilla de reflejar cualquier sentimiento, emoción o pensamiento.

Háblanos de tus influencias. ¿Te identificas con alguna corriente poética, poeta o grupo?

Me gusta mucho la estética y creatividad de los poetas del llamado romanticismo, también los poetas malditos, reflejo de una oposición a lo preestablecido. Son autores dotados de un halo especial, casi mítico y con una circunstancia de trágica belleza en sus poemas. Poetas como Carolina Coronado, Elizabeth Siddal, Dante Rossetti, Edgar A. Poe, John Keats, Rimbaud. Pero sobre todo hay una poeta que me gusta leer de forma especial, que es Emily Dickinson. Por otro lado, me emocionan profundamente Miguel Hernández y Antonio Machado, sus poemas son el símbolo de lo que fuimos y somos.

Este es tu primer libro, ¿y antes, qué papel jugaba la poesía en tu vida?

Desde muy pronto hubo poesía en mi vida. Escribía a intervalos, condicionada por circunstancias personales, y casi siempre desde un plano íntimo, expresando vivencias privadas. Esto fue cambiado paulatinamente, y al igual que las personas evolucionamos, también lo que escribía lo hizo, y sin abandonar lo personal, sí es verdad que empecé a escribir más sobre lo colectivo.

¿A qué hace referencia el título de tu libro, Benimaclet un Mar d’Horta? (piensa que no todxs somos valencianxs).

Benimaclet es el nombre de un barrio de Valencia, con la presencia de la huerta (de la que ha desaparecido ya mucha, lamentablemente), muy cerquita de él, además de tener también huertos urbanos que cultivan los vecinos. A consecuencia de un desahucio, y gracias a la solidaridad de un compañero, vine a vivir a este barrio, y aquí tengo la oportunidad de disfrutar de uno de los pocos barrios que aún conserva ese misticismo de lo que antes fue un pequeño pueblo, con sus gentes de campo. El título es un pequeño homenaje al barrio y a la huerta.

Cuéntanos, por favor, cómo ha sido el proceso de nacimiento y edición de Benimaclet un Mar d’Horta.

Ha sido precioso y me da mucha satisfacción personal, ya que este libro forma parte de las iniciativas del Projecte AU, que nace desde la Asamblea de Paradas y Precarias de CGT, como búsqueda de alternativas de economía solidaria y autogestión. Las compañeras y compañeros de Projecte AU integran varios grupos de trabajo (costura, huerta y éste, de edición), y lo bonito es que el libro expresa lo mismo que los bolsos que confeccionan las compañeras en el grupo de costura, o los tomates que cultivan los compañeros en la huerta. Es decir, volcamos y aportamos nuestro trabajo en el grupo por y para todas.

La contraportada del libro dice que es poesía “de la calle, escrita desde abajo”, ¿nos puedes explicar esto?

Porque de alguna forma refleja nuestra realidad, la de personas que nos movemos y vivimos desde la precariedad laboral o el desempleo, que nos mostramos en la calle para expresar nuestra protesta ante la injusticia social, y que a veces nos cuesta mucho que se nos escuche precisamente por eso, porque estamos abajo.

¿En qué andas liada ahora?

Sigo escribiendo. La idea es poder continuar más adelante con la edición, y en ese sentido estoy ya trabajando para realizar dos poemarios más dedicados al barrio de El Carmen y al del Cabanyal, dos de los más emblemáticos de la ciudad, donde dejaré que la imaginación me lleve por sus callejuelas, y por supuesto también seguiré intentando expresar lo que mi pertenencia a la Asamblea de Paradas, al Projecte AU, y las vivencias en la calle y el compañerismo me inspire.

No todo lo que existe y se percibe entre quienes estamos y nos movemos en la precariedad -el desempleo o el activismo- es negativo. Precisamente, gracias a esos motivos, o tal vez por ellos, es por lo que seguimos peleando, buscando alternativas, e ilusionándonos en lograr un modo de vida mejor. Hacia ahí es donde queremos ir, y la poesía es la forma que tengo para expresar mis altibajos y retomar fuerza y ganas para continuar.

José Mª Oterino

Rojo y Negro Abril 2017