«1º de mayo rejuvenece» artículo de opinión de Antonio Pérez Collado.

En los últimos tiempos el 1º de Mayo

ha ido perdiendo su tradicional carácter reivindicativo, y más olvidado aún queda el espíritu revolucionario de sus

orígenes. Alcanzado en Occidente un pacto amistoso entre capitalistas y socialdemócratas, las primaverales marchas de

obreros y el flamear de banderas rojas se fueron transformando en cívicas comitivas de cargos sindicales y veteranos

militantes de base.

Quedaban también los irreductibles, los rebeldes con causa, los inconformistas; esos que

ahora llaman antisistema. Pero eran épocas de bonanza, y el capital ganaba tanto que no le importaba dejar caer buenos

mendrugos de su mesa para que el arrepentido proletariado se sumara al consumismo galopante, mientras la casta dirigente

presumía de haber superado la lucha de clases.
El anarcosindicalismo ha sido durante estas décadas de transición

(esa singladura desde la esperanza al desencanto) una ignorada voz que ha seguido con sus denuncias al sistema y las

advertencias sobre los riesgos del individualismo y el derroche de unos recursos tan finitos como necesarios. Pero en plena

fiesta de los mercados, ¿quién iba prestar oídos a cuatro derrotistas, anclados en ideales del siglo XIX?
Y si no

hay mal que cien años dure, más previsible era que algo bueno para los pobres, como algunos aspectos del llamado Estado de

bienestar, no se mantuviera más allá de lo estrictamente necesario; liquidación por fin de temporada que llegó cuando los

obreros habían renunciado a transformar la sociedad y el capital derribó el Muro de Berlín.

Hoy resulta

incuestionable que ese sistema triunfal, sin ningún tipo de contestación interna ni enemigo exterior, ha demostrado su

incapacidad (por no decir su falta de interés) para mejorar los condiciones de vida de la humanidad. Las consecuencias las

estamos viviendo en estos últimos años de recortes, privatizaciones y corrupción. El paro y la pobreza se han convertido en

una amenaza para millones de ciudadanos del mundo desarrollado. Paro el mundo expoliado y explotado por los mercados el

futuro sigue siendo el mismo que el pasado: hambre, epidemias, guerras… o la emigración.

El negro panorama y la

ola de indignación que ha levantado contra banqueros y gobernantes, hacen diferente a este 1º de Mayo. Ya no se trata de

salir ritualmente a la calle; ahora saldremos porque estamos hartos y queremos que esto cambie de verdad. Es una

movilización clásica pero remozada, que llega un mes después de la última Huelga General y dos semanas antes de otra gran

movilización ciudadana en todo el mundo (12M-15M).

Ha sido esa protesta masiva en diferentes países la que ha

revitalizado la ilusión y el activismo de amplios sectores sociales; razón por la que el 29M no solo supuso un éxito por el

seguimiento en el mundo laboral, sino que lo fue todavía más por la participación en las manifestaciones y en la huelga de

consumo paralela.
Tampoco se debe ignorar el valioso papel jugado por organizaciones que no suelen copar titulares de

prensa, pero cuya implicación en la extensión y seguimiento de la huelga fue significativa. Y entre esa gente que levanta

la bandera de la resistencia han estado y seguirán estando esos anarcosindicalistas a los que tantas veces se ha dado por

trasnochados y hasta difuntos.

Antonio Pérez

Collado, Secretario General de CGT-PV

Publicado en http://www.levante-emv.com/opinion/2012/05/01/1-mayo-rejuvenece/901508.html