- En València, el consistorio (PP y Vox) ha aprobado una moratoria de nuevas licencias de pisos turísticos mientras se redacta una ordenanza para regular el sector y se avanza con las inspecciones y cierres de los inmuebles irregulares. Sin embargo, por ahora sí que se pueden construir edificios enteros dedicados a ser apartamentos turísticos.
Las ciudades turistificadas se han convertido en campos de experimentación del capital privado, en los que todo el enjambre social es susceptible de ser puesto al servicio de la extracción de rentabilidad privada. Como se apunta en este texto, resulta necesario imaginar y ensayar alianzas para construir un sujeto múltiple que pueda actuar de contrapoder: la clase trabajadora precarizada del sector servicios, el inquilinato, la población migrante. De su encuentro y organización común es desde donde puede emerger una respuesta.
Ciudades con turistas, ciudades sin vecinos: Queremos hablar sobre vivienda y turismo, un sector determinante en nuestras vidas que ha estado a debate en los últimos años en relación a las políticas de expulsión que han generado. Las posibilidades de articulación de un movimiento de respuesta que desborde los límites actuales. Debatir sobre los límites de la acción política en defensa de la vivienda, el papel que juegan las clases medias y las posibilidades de alianzas entre las personas afectadas con conciencia de lucha. “Nuestra condición como vecinas se ha visto violentada, incluso destruida en muchos casos, pero la industria que nos ha expulsado hacia las periferias nos reclama como mercancías. Las vecinas vuelven al viejo barrio-centro y cada vez más lo hacen en condición de camareras, repartidoras y limpiadoras, trabajadoras serviles al consumo del turismo de masas. En ese trayecto de vuelta, lejos de encontrar la posibilidad de restablecer el encuentro con las inquilinas que bordean la almendra y de hacerlo de hecho en las viejas plazas centrales, nos planteamos alianzas estratégicas que conecten a todas esas subalternidades; alianzas que desestabilicen la normalidad de la explotación y el expolio, llegando a establecer una relación problemática entre los bordes, el centro y sus flujos de cuerpos, mercancías y labores de cuidados”.
Pese al aumento de las protestas vecinales el número de visitantes sigue pulverizando sus récords. En la primera mitad de 2024, ha crecido un 13% la cifra de turistas que han visitado España. Son datos de ONU Turismo, entidad que contempla la posibilidad de que se dé un nuevo máximo que alcance los 95 millones de visitantes este año. En 2023, cuando también se batió un record, se dieron 85,1 millones de llegadas. El turismo masivo y la proliferación de los pisos de alquiler vacacional tensionan el mercado de la vivienda en las ciudades españolas y dificultan el acceso de la población a este derecho constitucional.